LDN 483, nebulosa obscura.

Una nube negra oscurece la luz de cientos de estrellas del fondo.
LDN 483.

En esta nueva imagen de ESO parece que faltan algunas estrellas. El hueco negro en esta hermoso y brillante campo de estrellas no es una brecha, sino más bien una región del espacio obstruida por gas y polvo. Esta nube oscura se llama LDN 483 (por las siglas Lynds Dark Nebula 483). Estas nubes son los lugares en los que nacen futuras estrellas. El instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros en el Observatorio La Silla de ESO, captó esta imagen de LDN 483 y sus alrededores.

LND 483 en la constelación de la serpiente.
Crédito: ESO, IAU and Sky &Telescope.


LDN 483 [1] se encuentra a unos 700 años luz de distancia, en la constelación de Serpens (la serpiente). La nube contiene suficiente material polvoriento como para bloquear completamente la luz visible de las estrellas del fondo. Las nubes moleculares especialmente densas como LDN 483, se califican como nebulosas oscuras debido a esta capacidad para oscurecer el medio. La aparente naturaleza carente de estrellas de LDN 483 y nebulosas similares, podría hacernos pensar que son lugares en los que las estrellas no pueden nacer y desarrollarse. Pero, en realidad, es precisamente lo contrario: las nebulosas oscuras son los entornos más fértiles para la formación de estrellas.

Enterrados en el imbricado interior de LDN 483, los astrónomos que estudian la formación de estrellas en LDN 483 han descubierto algunos de los tipos de bebés de estrellas observables más jóvenes. Podríamos pensar en estas estrellas como en estrellas en gestación en el interior del útero, ya que técnicamente aún no han nacido.

En esta primera etapa de desarrollo, la futura estrella no es más que una bola de gas y polvo contrayéndose bajo la fuerza de gravedad dentro de la nube molecular circundante. La protoestrella sigue siendo bastante fría (unos -250 grados Celsius) y brilla sólo en las largas longitudes de onda submilimétricas [2]. Aunque la temperatura y la presión están empezando a aumentar en el núcleo de la estrella naciente.

Este primer período de crecimiento de la estrella dura unos pocos miles de años, una cantidad asombrosamente corta de tiempo en términos astronómicos, dado que las estrellas suelen vivir millones o miles de millones de años. En las siguientes etapas, en el transcurso de varios millones de años, la protoestrella crecerá, calentándose y haciéndose más densa. Por el camino, su emisión irá aumentando de rango de energía: de ser un objeto frío, observable principalmente en el rango del infrarrojo lejano, pasará por el infrarrojo cercano y, finalmente, será observable en el rango óptico de la luz. La protoestrella, antes débil, se convertirá entonces en una luminosa estrella.

El telescopio MPG/ESO 2,2 metros con la cúpula abierta
 y la Vía Láctea al fondo.
Crédito: ESO/José Francisco Salgado.
Cada vez más estrellas emergen de las oscuras profundidades de LDN 483, de manera que, paulatinamente, la nebulosa oscura se dispersará y perderá su opacidad. Las estrellas del fondo desaparecidas, que actualmente están ocultas, serán entonces visibles, pero sólo después del paso de millones de años, y, probablemente, se verán eclipsadas por el intenso brillo de las jóvenes estrellas jóvenes nacidas en la nube.

Notas.
[1] El Catálogo Lynds de nebulosas oscuras fue recopilado por el astrónomo estadounidense Beverly Turner Lynds y publicado en 1962. Estas nebulosas oscuras fueron descubiertas tras inspeccionar visualmente las placas fotográficas del sondeo Palomar Sky Survey.

[2] El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), operado en parte por ESO, observa en luz submilimétrica y milimétrica y es ideal para el estudio de este tipo de estrellas muy jóvenes en nubes moleculares.

Información adicional.
ESO desde 1962.
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de quince países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en desarrollo. Actualmente ESO está planificando el European Extremely Large Telescope, E-ELT, el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

Publicado en ESO el 7 de enero del 2.015.

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