Las Nubes de Magallanes.
Las Nubes de Magallanes, dos galaxias vecinas enanas irregulares.
El 23 de febrero de 1987 en LMC se originó una tremenda explosión cósmica cuando una estrella supermasiva acabó sus días como supernova (SN 1987A) se encendió cerca de la nebulosa Tarantula. SN 1987A se encuentra entre los eventos más brillantes y más cercanos de este tipo jamás observados en la historia registrada.
LMC arriba a la derecha y SMC a la izquierda de la imagen. |
Visto desde el cielo meridional, la Gran y Pequeña Nubes de Magallanes (las LMC y SMC, respectivamente) son parches brillantes en el cielo. Estas dos galaxias enanas irregulares, junto con nuestra Galaxia de la Vía Láctea, pertenecen al llamado Grupo Local, un grupo de unas 35 galaxias dominado por nuestra galaxia la Vía Láctea, la Galaxia del Triangulo y la Galaxia de Andrómeda. Los astrónomos alguna vez pensaron que las dos nubes de Magallanes orbitaban la Vía Láctea, pero investigaciones recientes sugieren que este no es el caso, y que de hecho están en su primer paso por la Vía Láctea.
El LMC, situado a una distancia de 160.000 años luz, y su vecino el SMC, a unos 200.000 años luz de distancia, están entre los objetos distantes más grandes que podemos observar a simple vista. Ambas galaxias tienen notables características de barra a través de sus discos centrales, aunque las fuertes fuerzas de marea ejercidas por la Vía Láctea han distorsionado considerablemente las galaxias. La atracción gravitatoria mutua de las tres galaxias que interactúan ha sacado largas corrientes de hidrógeno neutro que entrelazan las tres galaxias.
El 23 de febrero de 1987 en LMC se originó una tremenda explosión cósmica cuando una estrella supermasiva acabó sus días como supernova (SN 1987A) se encendió cerca de la nebulosa Tarantula. SN 1987A se encuentra entre los eventos más brillantes y más cercanos de este tipo jamás observados en la historia registrada.
Al Sufi, el astrónomo persa, describió el LMC por primera vez en su libro de estrellas fijas en el año 964. Lo llamó Al Bakr, describiéndolo como el Buey Blanco del sur de Arabia. Referidos en algunos libros antiguos como Nubecula Mayor y Menor, las Nubes toman su nombre moderno del explorador Fernando de Magallanes, quien primero registró su existencia en su viaje de circunnavegación en 1519-22, y trajo noticias de ellos a Europa; aunque una carta escrita por Amerigo Vespuccio durante su tercer viaje alrededor del año 1503-4 puede referirse a ellos indirectamente.
Crédito:
ESO / S. Brunier