Volando con alas de formación planetaria.

Como si de un pájaro en vuelo se tratase, con las alas extendidas en el extenso espacio, vemos a SU Aur, una estrella mucho más joven y más masiva que el Sol, rodeada por un disco gigante de formación de planetas. Esta imagen, captada por el instrumento SPHERE, instalado en el Very Large Telescope (VLT) de ESO, muestra el disco que hay alrededor de SU Aur con un detalle sin precedentes, incluyendo los largos rastros de polvo conectados a él. La estrella en sí está oscurecida por el coronógrafo del instrumento, un dispositivo que bloquea la luz de la estrella central para permitir que puedan verse los objetos y fenómenos menos brillantes que tienen lugar a su alrededor.

Apareciendo como un pájaro en vuelo, con las alas extendidas en la extensión del espacio, SU Aur, una estrella mucho más joven y más masiva que el Sol, está rodeada por un disco gigante que forma planetas. Esta imagen, capturada por el instrumento SPHERE en el Very Large Telescope (VLT) de ESO, muestra el disco alrededor de SU Aur con un detalle sin precedentes, incluidos los largos rastros de polvo conectados a él. La estrella en sí está oscurecida por el coronógrafo del instrumento, un dispositivo que bloquea la luz de la estrella central para permitir que las características menos brillantes a su alrededor se destaquen. Los rastros de polvo están compuestos por material de una nebulosa circundante que fluye hacia el disco. Esta nebulosa es probablemente el resultado de una colisión entre la estrella y una enorme nube de gas y polvo, lo que da como resultado la forma única de este disco formador de planetas y la estructura de polvo circundante. Un nuevo estudio de SU Aur, que utilizó el VLT y datos de otros telescopios, incluido el Atacama Large Millimeter / Submillimeter Array, mostró que la nebulosa todavía está alimentando material al disco formador de planetas. Estas nuevas observaciones destacan lo complejos que pueden ser los discos de formación de planetas. Crédito: ESO/Ginski et al.

Los rastros de polvo se componen de material procedente de una nebulosa que fluye hacia el disco. Probablemente, esta nebulosa sea el resultado de una colisión entre la estrella y una enorme nube de gas y polvo, lo que ha dado como resultado la singular forma de este disco de formación planetaria y la estructura de polvo circundante. Un nuevo estudio de SU Aur, que utilizó datos del VLT y de otros telescopios, incluyendo el Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array, mostró que la nebulosa todavía está proporcionando material al disco de formación planetaria. Estas nuevas observaciones ponen de relieve lo complejos que pueden ser estos discos en los que se forman planetas.

Crédito: ESO/Ginski et al.

• Publicado en ESO/España el 22 de febrero del 2021, enlace imagen.

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