Un vecindario abarrotado.
La rica región alrededor de la nebulosa de la Tarántula en la Gran Nube de Magallanes.
Con su intenso brillo, situada a unos 160.000 años luz de distancia, la nebulosa de la Tarántula es el objeto más destacado de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea. El telescopio de rastreo del VLT, en el Observatorio Paranal de ESO, en Chile, ha obtenido imágenes muy detalladas de esta región y sus ricos alrededores. Revelan un paisaje cósmico de cúmulos de estrellas, nubes de gas que brillan intensamente y los dispersos restos de explosiones de supernova. Esta es la imagen más nítida obtenida jamás de todo este campo.
Aprovechando las capacidades del VST (Telescopio de rastreo del VLT), instalado en el Observatorio Paranal de ESO (Chile), los astrónomos han captado esta nueva imagen, muy detallada, de la nebulosa de la Tarántula junto con numerosas nebulosas y cúmulos de estrellas vecinos. La Tarántula, también conocida como 30 Doradus, es la región de formación estelar más brillante y más energética del Grupo Local de galaxias.
La nebulosa de la Tarántula con anotaciones. |
La nebulosa de la Tarántula, en la parte superior de esta imagen, se extiende a lo largo de más de 1.000 años luz y se encuentra en la constelación de Dorado (el delfín) en el extremo sur cielo. Esta impresionante nebulosa es parte de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana con un tamaño de cerca de 14 000 años luz. La Gran Nube de Magallanes es una de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea.
En el centro de la nebulosa de la Tarántula se encuentra un gigantesco y joven cúmulo estelar llamado NGC 2070, una región de estallidos de formación estelar cuyo denso núcleo, R136, contiene algunas de las estrellas más masivas y luminosas conocidas. El primero en registrar el brillante resplandor de la nebulosa de la Tarántula fue el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille, en 1751.
Otro cúmulo estelar en la nebulosa de la Tarántula, mucho más antiguo, es Hodge 301, en el que se estima que, al menos 40 estrellas, han estallado como supernovas, expandiendo gas en toda la región. Un ejemplo de remanente de supernova es la superburbuja SNR N157B, que incluye el cúmulo estelar abierto NGC 2060. El primero en observar este cúmulo fue el astrónomo británico John Herschel, en 1836, quien utilizó un telescopio reflector de 18,6 pulgadas en el cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. En las afueras de la nebulosa de la Tarántula, en la parte inferior derecha, es posible identificar la ubicación de la famosa supernova SN 1987A [1].
A la izquierda de la nebulosa de la Tarántula se puede ver un brillante cúmulo estelar abierto, llamado NGC 2100, que muestra una brillante concentración de estrellas azules rodeadas de estrellas rojas. Este cúmulo fue descubierto en 1826 por el astrónomo escocés James Dunlop mientras trabajaba en Australia y utilizó un telescopio reflector de 9 pulgadas (23 centímetros) que él mismo había construido.
En el centro de la imagen se encuentra el cúmulo estelar y nebulosa de emisión NGC 2074, otra región de formación de estrellas masivas descubierta por John Herschel. Echando un vistazo más de cerca podemos distinguir una estructura de polvo oscuro en forma de caballito de mar, el "Caballito de mar de la Gran Nube de Magallanes". Se trata de una gigantesca estructura en forma de pilar con una longitud de aproximadamente 20 años luz, casi cuatro veces la distancia entre el Sol y la estrella más cercana, Alfa Centauri. La estructura está condenada a desaparecer en el próximo millón de años: a medida que siguen formándose estrellas en el cúmulo, la luz y los vientos que estas emiten eliminarán lentamente los pilares de polvo.
Esta imagen ha sido obtenida gracias a la cámara de 256 megapíxeles OmegaCAM, especialmente diseñada para el VST. La imagen se ha creado a partir de imágenes de OmegaCAM obtenidas con cuatro filtros coloreadas diferentes, incluyendo uno diseñado para aislar el brillo rojo del hidrógeno ionizado [2].
Notas
[1] SN 1987A fue la primera supernova observada con telescopios modernos y la más brillantes desde la supernova de Kepler en 1604. SN 1987A fue tan intensa que, tras su descubrimiento el 23 de febrero de 1987, ardió con la potencia de 100 millones de soles durante varios meses.
[2] La línea de emisión H-alfa es una línea espectral roja que se crea cuando el electrón del interior de un átomo de hidrógeno pierde energía. Esto sucede en el hidrógeno que se encuentra alrededor de estrellas jóvenes calientes cuando el gas se ioniza por la intensa radiación ultravioleta y, posteriormente, los electrones se recombinan con los protones para formar átomos de nuevo. La capacidad de OmegaCAM para detectar esta línea permite a los astrónomos caracterizar la física de nubes moleculares gigantes donde se forman nuevas estrellas y planetas.
Información adicional.
Cúpula del VST en el Observatorio paranal en Chile. Crédito: ESO. |
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de quince países: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con el país anfitrión, Chile. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Además, cerca de Paranal, en Cerro Armazones, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39 metros que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.
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• Publicado en ESO el 30 de mayo del 2.018.