El VLT de ESO ve a 'Oumuamua tomando impulso.
Nuevos resultados indican que el nómada interestelar 'Oumuamua es un cometa.
'Oumuamua, el primer objeto interestelar descubierto en el Sistema Solar, se está alejando del Sol más rápido de lo esperado. Este comportamiento anómalo fue detectado por una colaboración astronómica mundial que incluye al Very Large Telescope de ESO, en Chile. Los nuevos resultados sugieren que, probablemente, 'Oumuamua es un cometa interestelar y no un asteroide. El descubrimiento aparece en la revista Nature.
'Oumuamua, el primer objeto interestelar descubierto dentro de nuestro Sistema Solar, ha sido objeto de intenso escrutinio desde su descubrimiento en octubre de 2017 [1]. Ahora, combinando datos del Very Large Telescope de ESO y de otros observatorios, un equipo internacional de astrónomos ha descubierto que el objeto se mueve más rápido de lo esperado. La ganancia medida en velocidad es pequeña y 'Oumuamua todavía está desacelerando debido a la atracción del Sol pero no tan rápido como predice la mecánica celeste.
El equipo, dirigido por Marco Micheli (Agencia Espacial Europea) exploró varios escenarios para explicar por qué la velocidad de este peculiar visitante interestelar es más rápida de lo predicho. La explicación más probable es que 'Oumuamua esté liberando material de su superficie debido al calentamiento provocado por el Sol, un fenómeno conocido como desgasificación [2]. Se cree que el impulso que genera este material expulsado proporciona el pequeño, pero constante empuje que está haciendo que 'Oumuamua salga del Sistema Solar más rápido de lo esperado, desde el 01 de junio de 2018 está viajando, aproximadamente, a 114.000 kilómetros por hora.
Tal emisión de gases es un comportamiento típico de cometas y contradice la anterior clasificación de 'Oumuamua como asteroide interestelar. “Creemos que es un cometa pequeño, raro”, comenta Marco Micheli. “Podemos ver en los datos que su impulso es cada vez más pequeño a medida que se aleja del Sol, lo cual es típico de los cometas”.
Generalmente, cuando los cometas se calientan por el Sol, eyectan polvo y gas que forman una nube de material a su alrededor llamado coma, así como la característica cola. Sin embargo, el equipo de investigación no ha detectado ninguna evidencia visual de la emisión de gases.
“No hemos visto polvo, coma o cola, lo cual resulta inusual”, explica una de las coautoras, Karen Meech, de la Universidad de Hawai (EE.UU.). Meech dirigió el equipo que descubrió y caracterizó a 'Oumuamua en el año 2017. “Creemos que 'Oumuamua puede soltar granos de polvo inusualmente grandes y gruesos”.
La mayor parte de los cometas tienen granos de polvo pequeños en sus superficies, pero el equipo especula que tal vez los de 'Oumuamua se hayan erosionado durante el viaje a través del espacio interestelar, dejando sólo grandes granos de polvo. Aunque una nube de estas partículas más grandes no sería lo suficientemente brillante como para ser detectada, explicaría el cambio inesperado de velocidad de 'Oumuamua.
La hipótesis de la desgasificación de 'Oumuamua no es su único misterio sin resolver, también lo es su origen interestelar. En un principio, el equipo realizó nuevas observaciones de 'Oumuamua para determinar exactamente su trayectoria, lo cual podría haber permitido trazar el camino del objeto hasta su sistema estelar de origen. Los nuevos resultados muestran que obtener esta información será más difícil de lo que se pensaba.
“La verdadera naturaleza de este enigmático nómada interestelar puede siguen siendo un misterio”, concluyó el miembro del equipo Olivier Hainaut, astrónomo en ESO. “El aumento de velocidad detectado recientemente en 'Oumuamua hace más difícil poder trazar la ruta que tomó desde su hogar, su sistema estelar extrasolar”.
El equipo internacional de astrónomos utilizó observaciones del Hubble, el Telescopio Canadá-Francia-Hawai en Hawai, y el Telescopio Gemini Sur y el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile.
El equipo internacional de astrónomos utilizó observaciones del Hubble, el Telescopio Canadá-Francia-Hawai en Hawai, y el Telescopio Gemini Sur y el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile.
Plataforma del VLT de ESO. Crédito: ESO. |
Notas.
[1] 'Oumuamua, pronunciado “oh-MOO-ah-MOO-ah”, fue descubierto usando el telescopio Pan-STARRS, instalado en el Observatorio de Haleakala, en Hawái. En hawaiano significa “explorador” y refleja su naturaleza como el primer objeto conocido de origen interestelar que han entrado en el Sistema Solar. Las observaciones originales indicaban que es un objeto alargado, pequeño, cuyo color era similar al de un cometa.
[2] El equipo puso a prueba varias hipótesis para explicar el inesperado cambio en la velocidad. Analizaron si la presión de la radiación solar, el efecto Yarkovsky o efectos de fricción podrían explicar las observaciones. También se comprobó si el aumento de velocidad podría haber sido causado por un evento de impulso (como una colisión), en el caso de que 'Oumuamua fuese un objeto binario o en el caso de que 'Oumuamua fuese un objeto imantado. También se rechazó la teoría poco probable de que 'Oumuamua fuese una nave espacial interestelar: el suave y continuo cambio en la velocidad no es típico de los propulsores y el objeto se mueve en sus tres ejes, lo cual no nos indica que se trate de un objeto artificial.
Información adicional
El trabajo de este equipo de investigación se presenta en el artículo científico titulado “Non-gravitational acceleration in the trajectory of 1I/2017 U1 (`Oumuamua)”, y se publica en la revistal Nature el 27 de junio de 2018, enlace publicación.
El equipo internacional de atsrónomos está formado por Marco Micheli (Agencia Espacial Europea & INAF, Italia); Davide Farnocchia (Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, JPL, EE.UU.); Karen J. Meech (Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái, EE.UU.); Marc W. Buie (Instituto de Investigación del Sudoeste, EE.UU.); Olivier R. Hainaut (Observatorio Europeo Austral, ESO, Alemania); Dina Prialnik (Escuela de Geociencias de la Universidad de Tel Aviv, Israel); Harold A. Weaver (Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, EE.UU.); Paul W. Chodas (Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, JPL, EE.UU.); Jan T. Kleyna (Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái, EE.UU.); Robert Weryk (Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái, EE.UU.); Richard J. Wainscoat (Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái, EE.UU.); Harald Ebeling (Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái, EE.UU.); Jacqueline V. Keane (Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái, EE.UU.); Kenneth C. Chambers (Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái, EE.UU.); Detlef Koschny (Agencia Espacial Europea, Centro Europeo de Tecnología e Investigación Espacial & Universidad Técnica de Múnich, Alemania), y Anastassios E. Petropoulos (Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, JPL, EE.UU.).
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de quince países: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con el país anfitrión, Chile. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Además, cerca de Paranal, en Cerro Armazones, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39 metros que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.
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