Webb mira a Perseo

Este impresionante nuevo mosaico de imágenes del telescopio espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA muestra el cercano cúmulo de formación estelar, NGC 1333. La nebulosa se encuentra en la nube molecular de Perseo y se encuentra aproximadamente a 960 años luz de distancia.

La extraordinaria sensibilidad del telescopio Webb permite a los astrónomos investigar objetos jóvenes con masas extremadamente bajas. Algunas de las "estrellas" más tenues de la imagen son, de hecho, enanas marrones recién nacidas que flotan libremente con masas comparables a las de los planetas gigantes.

Una nebulosa formada por gas y polvo en forma de nubes suaves y tenues y, en el centro, capas delgadas y muy detalladas, muy juntas. Estrellas grandes y brillantes rodeadas por seis puntos de luz alargados salpican la imagen, así como algunas estrellas pequeñas y puntiagudas incrustadas en las nubes. Las nubes están iluminadas en azul cerca de las estrellas; los colores naranjas muestran nubes que brillan con luz infrarroja. Crédito: ESA/Webb, NASA y CSA, A. Scholz, K. Muzic, A. Langeveld, R. Jayawardhana

El mismo cúmulo fue presentado en la  imagen del 33.º aniversario  del telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA en abril de 2023. La imagen del Hubble apenas arañó la superficie de esta región, porque las nubes de polvo ocultan gran parte del proceso de formación estelar. Al observar con una apertura mayor y en la parte infrarroja del espectro, el Webb es capaz de mirar a través del velo polvoriento para revelar estrellas recién nacidas, enanas marrones y objetos de masa planetaria. 

El centro de la imagen ofrece una visión profunda del corazón de la nube NGC1333. A lo largo de la imagen vemos grandes manchas de color naranja que representan el gas que brilla en el infrarrojo. Estos objetos, denominados Herbig-Haro, se forman cuando el material ionizado expulsado por estrellas jóvenes colisiona con la nube circundante. Son características de un lugar de formación estelar muy activo.

Muchas de las estrellas jóvenes de esta imagen están rodeadas de discos de gas y polvo, que podrían acabar dando lugar a sistemas planetarios. De forma similar a las estrellas jóvenes de este mosaico, nuestro propio Sol y los planetas se formaron en el interior de una nube molecular de polvo hace 4.600 millones de años. Nuestro Sol no se formó de forma aislada, sino como parte de un cúmulo, que quizá fuera incluso más masivo que NGC 1333. El cúmulo del mosaico, de tan solo entre 1 y 3 millones de años de antigüedad, nos ofrece la oportunidad de estudiar estrellas como nuestro Sol, así como enanas marrones y planetas que flotan libremente, en sus etapas iniciales.

Las imágenes fueron captadas como parte del programa de observación Webb  1202  (PI: A. Scholz) para estudiar una gran parte de NGC 1333. Estos datos constituyen el primer estudio espectroscópico profundo del joven cúmulo y han permitido identificar enanas marrones de masas planetarias utilizando el generador de imágenes de infrarrojo cercano y espectrógrafo sin rendija (NIRISS) del observatorio. Los primeros resultados de este estudio han sido aceptados para su publicación en la  revista Astronomical Journal.

Publicado en ESA el 27 de agosto del 2024, enlace imagen.

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