Un robo astrofísico
Esta imagen de la semana muestra un fragmento del cúmulo Hydra I, que contiene cientos de galaxias. Cada una tiene sus propias peculiaridades e historia, pero hoy nos centramos en la historia que hay tras la desgarrada galaxia NGC 3312, que es la galaxia espiral más grande conocida en el cúmulo.
NGC 3312 |
La galaxia espiral que está situada en el centro de la imagen se ve algo borrosa en la pantalla, casi como si su contenido se derramara a través del cosmos que la rodea. Se trata de NGC 3312 y es víctima de un robo astrofísico: el despojo de material ejercido por la presión de arrastre.
Esto sucede cuando una galaxia se mueve a través de un fluido denso, como el gas caliente suspendido entre las galaxias de un cúmulo. Este gas caliente se arrastra contra el gas más frío situado en las capas exteriores de la galaxia, "arrancándolo" de la galaxia y haciendo que escape hacia el cosmos. Este gas frío es la materia prima a partir de la cual se forman las estrellas, lo que significa que las galaxias que pierden gas de esta manera corren el riesgo de disminuir su población estelar. Las galaxias afectadas, generalmente las que caen en el centro de los cúmulos, tienden a formar largos zarcillos de gas detrás de ellas, de ahí su apodo: galaxias medusa.
Este es solo uno de los muchos procesos astronómicos que hacen que las imágenes del universo sean tan variadas y cautivadoras. ¿Qué otras historias están esperando ser contadas sobre los cientos de puntos débiles que vemos en esta imagen?
Crédito: ESO/INAF/M. Spavone, E. Iodice
Publicado en ESO el 9 de septiembre del 2024, enlace publicación.