Rarezas cósmicas.

Una fantasía pasajera.

La nebulosa planetaria NGC 5307.

Esta imagen de la semana del telescopio espacial Hubble de la NASA / ESA muestra NGC 5307, una nebulosa planetaria que se encuentra a unos 10 000 años luz de la Tierra. Se puede ver en la constelación Centaurus (El Centauro), que es principalmente observable en el hemisferio sur. Una nebulosa planetaria es la etapa final de una estrella similar al Sol. Como tal, las nebulosas planetarias nos permiten vislumbrar el futuro de nuestro propio Sistema Solar. Una estrella como nuestro Sol, al final de su vida, se transformará en un gigante rojo. Las estrellas son sostenidas por la fusión nuclear que ocurre en su núcleo, que crea energía. Los procesos de fusión nuclear constantemente intentan destrozar la estrella. Solo la gravedad de la estrella evita que esto suceda.

Al final de la fase gigante roja de una estrella, estas fuerzas se desequilibran. Sin suficiente energía creada por la fusión, el núcleo de la estrella se derrumba sobre sí mismo, mientras que las capas superficiales se expulsan hacia afuera. Después de eso, todo lo que queda de la estrella es lo que vemos aquí: capas exteriores brillantes que rodean una estrella enana blanca, los restos del núcleo de la estrella gigante roja.

Sin embargo, este no es el final de la evolución de esta estrella: esas capas externas todavía se están moviendo y enfriando. En solo unos pocos miles de años se habrán disipado, y todo lo que quedará por ver es la enana blanca tenuamente brillante.

Crédito: ESA / Hubble y NASA, R. Wade et al.

• Publicado en Hubble el 26 de agosto del 2.019, enlace imagen.

Una huella cósmica rara, una nebulosa protoplanetaria.

IRAS 19343 + 2926.

El telescopio espacial Hubble de la NASA / ESA se ha utilizado para capturar una imagen sorprendente de un raro fenómeno astronómico llamado nebulosa protoplanetaria. Este ejemplo en particular, llamado Minkowski’s Footprint, también conocido como Minkowski 92, presenta dos grandes estructuras en forma de cebolla a cada lado de una estrella envejecida, lo que le da una forma muy distintiva.

Las nebulosas protoplanetarias como la Huella de Minkowski tienen una vida corta, siendo una etapa preliminar de la fase de nebulosa planetaria más común. En el centro de la imagen hay una estrella, que pronto será una enana blanca, hinchando material debido a las intensas pulsaciones de la superficie. Las corrientes de partículas cargadas, llamadas vientos estelares, están dando forma a este gas en las formas interesantes que el Hubble nos permite ver.

Técnicamente hablando, la Huella de Minkowski es actualmente una nebulosa de reflexión, ya que solo es visible debido a la luz reflejada por la estrella central. En unos pocos miles de años, la estrella se calentará y su radiación ultravioleta iluminará el gas circundante desde adentro, haciendo que brille. En este punto, se habrá convertido en una nebulosa planetaria completamente desarrollada.

Los procesos detrás de las nebulosas protoplanetarias no se entienden completamente, ya que son las fases iniciales de la formación de una nebulosa planetaria, lo que hace que observaciones como esta sean aún más importantes. Hubble ya ha realizado un excelente trabajo en este campo, y está listo para continuar.

La imagen se obtuvo con la cámara planetaria de campo ancho 2 del Hubble (WFC2) ya retirada. La imagen se ha hecho a partir de muchas exposiciones a través de cuatro filtros de color diferentes. La luz del oxígeno ionizado ha sido de color azul (F502N), la luz que pasa a través de un filtro verde / amarillo (F547M) es de color cian, la luz del oxígeno atómico es de color amarillo (F631N) y la luz del azufre ionizado es de color rojo (F673N). Los tiempos de exposición totales por filtro fueron 2080 s, 960 s, 2080 sy 1980 s respectivamente y el campo de visión es de solo 36 segundos de arco de ancho.

Crédito: ESA / Hubble y NASA.

• Publicado el 11 de julio del 2011, enlace imagen.

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