Messier 17, Nebulosa Omega o Nebulosa Cisne.

Una rosa cósmica con múltiples nombres.
Messier 17.

Esta imagen de la región de formación estelar Messier 17, en color rosa, fue captada por el instrumento Wide Field Imager, instalado en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile. Es una de las imágenes más nítidas que muestra la nebulosa completa, y no sólo revela su tamaño, sino que capta los finos detalles de todo el paisaje cósmico de las nubes de gas, polvo y estrellas recién nacidas.

Crédito: 
ESO.

Esta nueva imagen de la región de formación estelar Messier 17, de color rosa, fue captada por el instrumento Wide Field Imager, instalado en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile. Es una de las imágenes más nítidas que muestra la nebulosa completa, y no sólo revela su tamaño, sino que capta los finos detalles de todo el paisaje cósmico de las nubes de gas, polvo y estrellas recién nacidas.

Es posible que a la nebulosa de la imagen le hayan dado más nombres a lo largo del tiempo que a ningún otro objeto de su clase. Aunque es oficialmente conocida como Messier 17, sus apodos son: la nebulosa Omega, la nebulosa del Cisne, la nebulosa de la marca de verificación (Checkmark en inglés), la nebulosa de la Herradura y, para aquellos más aficionados a los temas marinos, la nebulosa de la Langosta.

Messier 17 se encuentra a unos 5.500 años luz de la Tierra, cerca del plano de la Vía Láctea, en la constelación de Sagitario (el arquero). El objeto abarca una sección grande del cielo, sus nubes de gas y polvo miden cerca de 15 años luz de extensión. Este material sirve de combustible para el nacimiento de nuevas estrellas y el amplio campo de visión de la nueva imagen revela muchas estrellas que se encuentran tanto en el interior, como detrás o entre nosotros y Messier 17.

La primera imagen obtenida por el VST muestra la espectacular zona de formación estelar Messier 17, también conocida como nebulosa Omega, observada como nunca antes. Esta vasta región de gas, pulpo y estrellas jóvenes calientes yace en el corazón de la Vía Láctea, en la constelación de Sagitario. El campo de visión del VST es tan amplio que la totalidad de la nebulosa, que sus tenues partes exteriores, pudo ser fotografiada conservando en toda la imagen su magnífica nitidez. Los datos encontrados procesados utilizando el sistema de software Astro-WISE, desarrollado por E.A. Valentijn y colaboradores de Groningen y otras instituciones. Crédito: ESO / INAF-VST / OmegaCAM. Agradecimiento: OmegaCen / Astro-WISE / Kapteyn Institute

La nebulosa aparece como una compleja estructura roja con cierta graduación que tiende al color rosa. Su coloración es una firma del brillante gas de hidrógeno. Las estrellas azules de vida breve, formadas recientemente en Messier 17, emiten suficiente luz ultravioleta como para calentar el gas de los alrededores, que comienza a brillar de un modo intenso. En la región central los colores son más claros y algunas partes aparecen blancas. Este color blanco es real, surge como resultado de la mezcla de la luz del gas más caliente con la luz de las estrellas reflejada por el polvo.

Se estima que el gas de la nebulosa es más de 30.000 veces la masa del Sol. También contiene un cúmulo abierto de 35 estrellas, conocido como NGC 6618 [1]. Sin embargo, el número total de estrellas en la nebulosa es mucho mayor, hay casi 800 estrellas en el centro, y hay aún más estrellas en formación en sus regiones externas.

A lo largo de este resplandor color de rosa, la nebulosa muestra una red de regiones de polvo más oscuras que, a su vez, oscurecen la luz. Este material oscurecedor también es brillante y, aunque esas zonas son oscuras en esta imagen de luz visible, parecen brillantes cuando se observan con cámaras infrarrojas.

El humeante corazón de la nebulosa cisne.


La nebulosa debe su nombre oficial al cazador de cometas francés Charles Messier, que incluyó a la nebulosa como el objeto número diecisiete de su famoso catálogo astronómico en 1764 [2]. Pero incluso con un nombre tan anodino como Messier 17, esta floreada nebulosa sigue siendo deslumbrante.

Esta imagen proviene del programa Joyas cósmicas de ESO [3].

Notas
[1] Esta designación se utiliza también a veces para toda la región de formación estelar.

[2] El astrónomo Jean Philippe de Chéseaux descubrió el objeto en 1745, pero su descubrimiento pasó desapercibido. Así, Messier lo redescubrió de forma independiente y lo catalogó casi 20 años después.

[3] El programa Joyas cósmicas de ESO es una iniciativa de divulgación que pretende producir imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos utilizando telescopios de ESO, con un fin educativo y divulgativo. El programa hace uso de tiempo de telescopio que no puede utilizarse para observaciones científicas. Todos los datos obtenidos también están disponibles para posibles aplicaciones científicas y se ponen a disposición de los astrónomos a través de los archivos científicos de ESO.

Información adicional.
ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de dieciséis países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con el país anfitrión, Chile. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Además, cerca de Paranal, en Cerro Armazones, ESO está construyendo el E-ELT (European Extremely Large Telescope), el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39 metros que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

Publicado en ESO el 23 de septiembre del 2.015.

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