Un telescopio de ESO ve la tenue superficie de Betelgeuse.

Los misterios de Betelgeuse.

Vista de SPHERE de la estrella Betelgeuse en diciembre de 2019. La estrella supergigante roja Betelgeuse, en la constelación de Orión, ha estado atravesando episodios de atenuación nunca vistos anteriormente. Esta impresionante imagen de la superficie de la estrella, tomada con el instrumento SPHERE, instalado en el Very Large Telescope de ESO a finales del año pasado, es una de las primeras observaciones resultantes de una campaña de observación destinada a entender por qué la estrella se está atenuando. Al compararla con la imagen tomada en enero de 2019, vemos cuánto ha disminuido el brillo de la estrella y cómo ha cambiado su forma aparente. Crédito: ESO/M. Montargès et al.

Utilizando el Very Large Telescope (VLT) de ESO, un equipo de astrónomos ha captado la disminución de brillo de Betelgeuse, un fenómeno que no había tenido lugar anteriormente. Las impresionantes nuevas imágenes de la superficie de esta estrella supergigante roja, situada en la constelación de Orión, muestran, no sólo que se desvanece, sino también cómo su forma aparente está cambiando.

Para los observadores de estrellas, Betelgeuse siempre ha sido un faro en el cielo nocturno, pero, a finales del año pasado, su brillo comenzó a disminuir. Mientras se escribe esta nota, Betelgeuse está aproximadamente a un 36% de su brillo normal, un cambio constatable incluso a simple vista. Los entusiastas de la astronomía y los científicos esperaban con entusiasmo saber más sobre esta atenuación sin precedentes.

Un equipo liderado por Miguel Montargès, astrónomo de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, ha estado observando la estrella desde diciembre con el Very Large Telescope de ESO con el objetivo de entender por qué se está atenuando. Entre las primeras observaciones resultantes de su campaña se encuentra una impresionante nueva imagen de la superficie de Betelgeuse, tomada a finales del año pasado con el instrumento SPHERE.

El equipo también observó la estrella con SPHERE en enero de 2019, antes de que empezara a debilitarse, proporcionándonos un antes y un después de Betelgeuse. Tomadas con luz visible, las imágenes resaltan los cambios que se producen en la estrella tanto en brillo como en forma aparente.

Betelgeuse antes y después de su disminución de brillo. Esta imagen compara a la estrella Betelgeuse antes y después de su atenuación sin precedentes. Las observaciones, tomadas con el instrumento SPHERE, instalado en el Very Large Telescope de ESO, en enero y diciembre de 2019, muestran cuánto se ha debilitado la estrella y cómo ha cambiado su forma aparente. Crédito: ESO/M. Montargès et al.

Muchos entusiastas de la astronomía se preguntaron si la atenuación de Betelgeuse significaba que estaba a punto de explotar. Como todas las supergigantes rojas, algún día Betelgeuse estallará como supernova, pero los astrónomos no creen que sea el caso ahora mismo. Tienen otras hipótesis para explicar qué está causando el cambio de forma y brillo visto en las imágenes de SPHERE. “Los dos escenarios que estamos barajando son un enfriamiento de la superficie debido a una actividad estelar excepcional o una eyección de polvo hacia nosotros”, indica Montargès [1]. “Por supuesto, nuestro conocimiento sobre las supergigantes rojas sigue siendo incompleto y este es un trabajo en desarrollo, por lo que todavía podemos llevarnos alguna sorpresa”.

Montargès y su equipo necesitaron el VLT, instalado en Cerro Paranal (Chile), para estudiar la estrella, que está a más de 700 años luz de distancia, y reunir pistas sobre su atenuación. “El Observatorio Paranal de ESO es una de las pocas instalaciones capaces de tomar imágenes de la superficie de Betelgeuse”, afirma. Los instrumentos del VLT de ESO permiten hacer observaciones desde el rango visible hasta el infrarrojo medio, lo que significa que los astrónomos pueden ver tanto la superficie de Betelgeuse como el material que hay a su alrededor. “Es la única manera que tenemos de poder entender lo que le está pasando a la estrella”.

Otra nueva imagen de diciembre de 2019, obtenida con el instrumento VISIR, instalado en el VLT, muestra la luz infrarroja que emite el polvo que rodea a Betelgeuse. Estas observaciones fueron realizadas por un equipo dirigido por Pierre Kervella, del Observatorio de París (Francia), quien explicó que la longitud de onda de la imagen es similar a la detectada por las cámaras de calor. Las nubes de polvo, que en la imagen de VISIR parecen llamas, se forman cuando la estrella arroja su material hacia al espacio.

Los penachos de polvo de Betelgeuse en una imagen obtenida por el instrumento VISIR Esta imagen, obtenida en diciembre de 2019 con el instrumento VISIR, instalado en el Very Large Telescope de ESO, muestra la luz infrarroja emitida por el polvo que rodea a Betelgeuse. Las nubes de polvo, que en esta imagen parecen llamas, se forman cuando la estrella arroja su material de vuelta al espacio. El disco negro oscurece el centro de la estrella y gran parte de su entorno, ya que son muy brillantes y deben ser enmascarados para permitir que se vean los penachos de polvo, más débiles. El punto naranja en el centro es la imagen de SPHERE de la superficie de Betelgeuse, que tiene un tamaño cercano al de la órbita de Júpiter. Crédito: ESO/P. Kervella/M. Montargès et al., Acknowledgement: Eric Pantin.

“En astronomía escuchamos mucho la frase 'somos polvo de estrellas', pero ¿de dónde viene exactamente ese polvo?”, dice Emily Cannon, estudiante de doctorado de la Universidad Católica de Lovaina que trabaja con las imágenes de supergigantes rojas obtenidas con SPHERE. “A lo largo de su vida, estrellas supergigantes rojas como Betelgeuse crean y expulsan grandes cantidades de material incluso antes de explotar como supernovas. La tecnología moderna nos ha permitido estudiar estos objetos, a cientos de años luz de distancia, con un detalle sin precedentes, lo que nos ha dado la oportunidad de desentrañar el misterio de qué es lo que desencadena su pérdida de masa”.

Notas.

[1] La superficie irregular de Betelgeuse se compone de células convectivas gigantes que se mueven, se encogen y se hinchan. La estrella también pulsa, como un corazón latiendo, cambiando periódicamente de brillo. Estos cambios de convección y pulsación en Betelgeuse se conocen como actividad estelar.

Información adicional.

El equipo está formado por of Miguel Montargès (Instituto de Astronomía, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica); Emily Cannon (Instituto de Astronomía, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica); Pierre Kervella (LESIA, Observatorio de París - PSL, Francia); Eric Lagadec (Laboratorio Lagrange, Observatorio de la Costa Azul, Francia); Faustine Cantalloube (Instituto Max-Planck de Astronomía, Heidelberg, Alemania); Joel Sánchez Bermúdez (Instituto de Astronomía, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, México, e Instituto Max-Planck de Astronomía, Heidelberg, Alemania); Andrea Dupree (Centro de Astrofísica | Harvard & Smithsonian, EE.UU.); Elsa Huby (LESIA, Observatorio de París - PSL, Francia); Ryan Norris (Universidad Estatal de Georgia, EE.UU.); Benjamin Tessore (IPAG, Francia); Andrea Chiavassa (Laboratorio Lagrange, Observatorio de la Costa Azul, Francia); Claudia Paladini (ESO, Chile); Agnès Lèbre (Universidad de Montpellier, Francia); Leen Decin (Instituto de Astronomía, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica); Markus Wittkowski (ESO, Alemania); Gioia Rau (NASA/GSFC, EE.UU.); Arturo López Ariste (IRAP, Francia); Stephen Ridgway (Laboratorio Nacional de Investigación en Astronomía Óptica-Infrarroja, NSF, EE.UU.); Guy Perrin (LESIA, Observatorio de París - PSL, Francia); Alex de Koter (Instituto de Astronomía, Instituto Anton Pannekoek, Universidad de Ámsterdam, Países Bajos & Instituto de Astronomía, Universidad Católica de Lovaina, Bélgica); Xavier Haubois (ESO, Chile).

ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con dieciséis países miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con Chile, país anfitrión, y Australia como aliado estratégico. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), el más avanzado del mundo, así como dos telescopios de rastreo: VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía), que trabaja en el infrarrojo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT), que rastrea en luz visible. ESO también es socio de dos instalaciones en Chajnantor, APEX y ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Finalmente, en Cerro Armazones, cerca de Paranal, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), de 39 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.

El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.

Vista aérea de una puesta de sol sobre Paranal. Esta impresionante imagen fue captada a través de un cuadricóptero, sobrevolando las alturas del desierto de Atacama. El océano, las nubes y el desierto se unen para formar un paisaje aéreo, que se extiende a lo largo de la costa chilena. El Very Large Telescope (VLT) de ESO se aprecia sutilmente iluminado por el Sol, a medida que el astro desaparece en el cielo de la tarde, arrojando luz en tonos naranja y albaricoque de un extremo al otro del observatorio. En una cumbre próxima ubicada a la derecha de la fotografía, el Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy (VISTA) de 4,1 metros, se observa aislado, dando una imagen más solitaria. El área ubicada frente al VLT, con una red de rieles entrelazados, es empleada por los cuatro pequeños Telescopios Auxiliares móviles del VLT. Al colocar estos telescopios a diferentes distancias se ajusta el tamaño efectivo del Interferómetro del VLT, el que actúa como un solo buscador de estrellas gigante. Crédito: G.Hüdepohl (atacamaphoto.com)/ESO.

Contactos.

José Miguel Mas Hesse

Centro de Astrobiología (INTA-CSIC)
Madrid, España
Tlf.: (+34) 918131196
Correo electrónico: mm@cab.inta-csic.es

Miguel Montargès

FWO [PEGASUS]² Marie Skłodowska-Curie Fellow / Institute of Astronomy, KU Leuven
Leuven, Belgium
Tlf.: +32 16 32 74 67
Correo electrónico: miguel.montarges@kuleuven.be

Emily Cannon

Institute of Astronomy, KU Leuven
Leuven, Belgium
Tlf.: +32 16 32 88 92
Correo electrónico: emily.cannon@kuleuven.be

Pierre Kervella

LESIA, Observatoire de Paris - PSL
Paris, France
Tlf.: +33 0145077966

Bárbara Ferreira

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• Publicado en ESO el 14 de febrero del 2020, enlace publicación.

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