Puppis A, el remanente de una supernova.

Un tapiz de rayos X.
El remanente de supernova Puppis A.

Los resultados destructivos de una poderosa explosión de supernova se revelan en un delicado tapiz de luz de rayos X, como se ve en esta imagen del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea.

El telescopio de rayos X XMM-Newton de la ESA.
Crédito: ESA.

La imagen muestra los restos de una supernova que habría sido observada en la Tierra hace 3.700 años. El remanente se llama Puppis A, y está a unos 7.000 años luz de distancia con un tamaño estimado de unos 10 años luz. Esta imagen proporciona la más completa y detallada vista de rayos X de Puppis A obtenido, combinando un mosaico de diferentes observaciones de Chandra y XMM-Newton. Los rayos X de baja energía se muestran en rojo, los rayos X de energía media están en verde y los rayos X de alta energía están coloreados en azul.

Estas observaciones actúan como una sonda del gas que rodea Puppis A, conocido como el medio interestelar. La apariencia compleja del remanente muestra que Puppis A se está expandiendo en un medio interestelar que probablemente tiene una estructura nudosa.

El telescopio espacial de rayos X Chandra de la NASA.

Las explosiones de supernova forjan los elementos pesados ​​que pueden proporcionar la materia prima de la cual las generaciones futuras de estrellas y de planetas se formarán. Estudiar cómo los remanentes de supernova se expanden en las galaxias e interactúan con otros materiales proporciona pistas críticas en nuestros propios orígenes.

Un artículo que describe estos resultados fue publicado en la edición de julio de 2013 de Astronomy and Astrophysics y está disponible en línea. La primera autora es Gloria Dubner del Instituto de Astronomía y Física del Espacio en Buenos Aires, Argentina.

El Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama, administra el programa de Chandra para la Dirección de Misión Científica de la NASA en Washington, DC. El Smithsonian Astrophysical Observatory en Cambridge, Massachusetts, controla la ciencia de Chandra y las operaciones de vuelo.

Crédito:
Rayos X: NASA/CXC/IAFE/G.Dubner y otros y ESA/XMM-Newton

• Publicado en Chandra el 10 de septiembre del 2014.

Puppis A una supernova vista en dos luces.
Puppis A observada en distintas longitudes de onda.

Los resultados destructivos de una poderosa explosión de supernova se revelan en una delgada mezcla de luz infrarroja y de rayos X, como se ve en esta imagen del telescopio espacial Spitzer de la NASA y del Observatorio de Rayos X de Chandra y de XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea.

La nube burbujeante es una onda de choque irregular, generada por una supernova que habría sido testigo en la Tierra hace 3.700 años. El remanente en sí, llamado Puppis A, está a unos 7.000 años luz de distancia y la onda de choque es de unos 10 años luz de ancho.

Los tonos pastel en esta imagen revelan que las estructuras infrarrojas y de rayos X se rastrean estrechamente. Las partículas de polvo cálidas son responsables de la mayoría de las longitudes de onda de la luz infrarroja, asignados a colores rojos y verdes en esta vista. El material calentado por la onda de choque de las supernovas emite rayos X, que son de color azul. Las regiones donde las emisiones de rayos X y infrarrojos se mezclan toman tonos más brillantes y más pastel. La onda de choque parece encenderse mientras cae en nubes circundantes de polvo y gas que llenan el espacio interestelar en esta región.

El telescopio espacial Spitzer, imagen de autor.
Crédito: NASA/JPL-Caltech.

Desde el resplandor infrarrojo, los astrónomos han encontrado una cantidad total de polvo en la región igual a aproximadamente un cuarto de la masa de nuestro sol. Los datos recogidos del espectrógrafo infrarrojo de Spitzer revelan cómo la onda de choque está rompiendo los granos de polvo frágiles que llenan el espacio circundante.

Las explosiones de Supernova forjan los elementos pesados ​​que pueden proporcionar la materia prima de la cual las generaciones futuras de estrellas y de planetas se formarán. Estudiar cómo los remanentes de supernova se expanden a la galaxia e interactúan con otros materiales proporciona pistas críticas en nuestros propios orígenes.

Los datos infrarrojos del fotómetro de imágenes multibanda Spitzers (MIPS) a longitudes de onda de 24 y 70 micras se representan en verde y rojo. Los datos de rayos X de XMM-Newton que abarcan un rango de energía de 0,3 a 8 keV (kiloelectron voltios) se muestran en azul.

Crédito:
NASA/ESA/JPL-Caltech/GSFC/IAFE

• Publicado en Spitzer el 21 de agosto del 2.014

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